......... Ya era sábado, y entre legañas y bostezos, fuimos juntándonos en el nuevo escenario, la plaza San Francisco, amenizada por los churros que el señor director se había molestado en comprar en su trayecto, pero las dichosas prisas de siempre impedían pararse a disfrutar de tan suculento, aunque grasiento, manjar. Explicaciones, enfoques, esconder el micro en las ramas........ los preparativos se sucedían a la par que el sol iba tomando el cielo, aunque las nubes impedían que brillara con toda su luminosidad, a todo esto, nuevos fichajes desde León, para echar una mano, toda ayuda es siempre bien recibida en estos casos. Una vez terminado la grabación en la plaza, nos montamos en la caravana de coches para seguir con nuestro espectáculo ambulante, dirección: Disco 70 y posteriormente a los exteriores de la Universidad Católica, donde las falsas cargas de las baterías nos dieron un pequeño disgusto, rápidamente subsanado gracias a la comida turca que nos procuramos para el almuerzo.
Una vez recargadas las baterías de la cámara y de los allí presentes, volvimos al Atómico, fugazmente, para grabar unas escenas que habían sido olvidadas, ¡¡un día perderemos la cabeza y no nos daremos cuenta!!, de un sitio a otro al galope, a una calle perdida y hasta la pista de ensayo de la autoescuela, donde grabamos nuevas escenas en un autobús de lo más pintoresco, muy del estilo retro-popi que Miki quería infundir en el corto, una autentica reliquia del jurasico, no solo por su edad, también por la capa de polvo que lo cubría interiormente, dentro del bus actuación sublime de Juan Pedro, la duda es si, de verdad, se quedó dormido, la siestita era muy apetecible después del festín quebaquiano, y para enmarcar el extra del bigote, que gran arte bajando del autobús, no había visto mejor actuación desde Robert De Niro en Taxi Driver.¡¡PRODIGIOOOOOSSSSOOO!! El sol ya había salido hacía el mediodía y se dejaba notar al igual que el cansancio, el stress iba haciendo mella en todos, pero ya sólo nos quedaba una última secuencia, vuelta a la Universidad Católica. Bajo un sol, ya en decadencia, y el cantar de los pajarillos, las tomas fueron cayendo, con los dos actores totalmente metidos en el papel, como si se representasen a si mismos, tras varias repeticiones por fín dimos por terminada la grabación, ahora quedaba un duro montaje y tal vez un doblaje, que al final no se realizó. Los resultados proximamente en su ordenador. :-)
THE END
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